La cultura maya es de las más tradicionalistas, y sobre todo en las épocas del Hanal Pixan, en donde los habitantes de la península desde hace bastantes años se han dedicado a rendir culto a sus fieles difuntos.
Como es el rito de enterrar el “pib” como se dice en lengua maya, es un símbolo del ciclo de la vida, que muere y vuelve a germinar en la vida en lo oscuro de la tierra, vuelve a la vida y todo se renueva, carne muerta de animales y envueltos por la masa del maíz, regresan siempre a nosotros en otra forma, una manera que nos ayuda a mantenernos vitalizados y renovados.
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Asimismo ocurre en la comunidad de Pomuch en Campeche, en donde cada años la comunidad espera estás fechas para reencontrarse con sus familiares que partieron de está vida terrenal para entrar a la espiritual.
Aunque ha sido criticado este tema, es una tradición milenaria que han mantenido en esta comunidad ante la nueva actualidad.
Desde fechas del 30 de octubre y hasta este día, la comunidad maya empieza a acudir todas las mañanas al pequeño panteón y empieza a sacar los huesos de sus familiares.
Tras una larga espera, pasan el día con ellos los limpian y le retiran algunos residuos que pudieron haber acumulado durante el año, esto como el símbolo más fiel del recuerdo y de revivir sus vivencias.